El Futuro de la Política Comercial en México
Con la reciente entrada de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, se vislumbran cambios en la política económica y comercial de México, así como tareas pendientes. En los últimos años las exportaciones crecieron, el país avanzó con la negociación de acuerdos claves como el T-MEC y la atracción de inversiones. Sin embargo, también se presentaron desafíos significativos, como la creciente dependencia de las importaciones chinas, un déficit comercial “preocupante” y la necesidad urgente de renovar tratados como el TLCUEM y diversificar los socios comerciales del país.
La presidenta ha dejado claro que quiere que México se convierta en un actor clave a nivel global, aprovechando nuevas oportunidades como el nearshoring y mejorando las relaciones comerciales con otras regiones importantes. ¿México se encamina a un futuro que promete ser tan retador como prometedor?
A continuación, vamos a analizar cómo se comportó la economía en México durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
I. La Actividad Comercial en México Durante el Último Sexenio
¿Cambió el comercio y la inversión extranjera con la presidencia de AMLO? La realidad es que la presidencia de AMLO enfrentó serios desafíos, como el fin de las negociaciones del TLCAN/T-MEC, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la pandemia. Todos estos factores tuvieron un impacto en las estadísticas de comercio e inversión extranjera, como se señala a continuación.
A. ¿Cómo se comportaron las exportaciones e importaciones?
En los últimos seis años, la gráfica de la balanza comercial[1] de México muestra un crecimiento importante en las importaciones y exportaciones, con una caída abrupta en 2020 debido a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, a partir de finales de ese año, se observa una fuerte recuperación, con un incremento sostenido en ambas variables.
En particular, durante 2022 y 2023, los volúmenes de comercio alcanzan picos significativos, reflejando una aceleración en la actividad comercial. La recuperación postpandemia. Las exportaciones, aunque mantienen una leve ventaja sobre las importaciones, siguen un patrón bastante sincronizado, lo que indica una balanza comercial relativamente equilibrada
[1] *Información obtenida del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): https://www.inegi.org.mx/temas/balanza/
A finales del último sexenio, México consolidó su posición como una potencia exportadora, especialmente gracias sus programas de comercio exterior (IMMEX) y su relación comercial con Estados Unidos y Canadá bajo el T-MEC. Sin embargo, México también registró un incremento en la importación de productos de países como China, lo que explica principalmente nuestro un déficit en la balanza comercial de 4, 868 millones de dólares.
i. Relación Comercial Estados Unidos-México.
En los últimos años, México se convirtió en el principal proveedor de mercancías para el mercado estadounidense, desplazando a China por primera vez en 21 años. Esta situación se explica, en gran parte, por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las preferencias arancelarias previstas en el TMEC y la relocalización de cadenas de valor.
En la otra cara de la moneda, las importaciones de EE. UU. en México han disminuido (¿desplazadas por importaciones China?):
ii. Relación Comercial entre México y China
La guerra comercial entre EE.UU. y China también tuvo otro efecto: la orientación de exportaciones chinas a México. No obstante, la relación económica entre México y China pareciera que pudiera tomar otro rumbo.
En julio de 2024, el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, afirmó que la relación comercial entre México y China no es recíproca. El Secretario precisó que México le compra a China 119 mil millones de dólares por año, pero China solamente compra 11 mil millones; es decir, México tiene un déficit comercial de 108 mil millones. A raíz de estas recientes declaraciones, se vislumbran cambios en programas de comercio exterior que podrían impactar cadenas de suministro ya consolidadas.
B. Inversión extranjera
En los últimos seis años, la inversión extranjera en México creció constantemente. A partir de 2018, la inversión aumentó de manera constante, pasando de 17,842 millones de dólares a un récord de 31,096 millones en 2024, tal y como lo muestra la siguiente gráfica de la Secretaría de Economía.
Sin embargo, la realidad es que la inversión extranjera “nueva” registro una caída de 21% estos últimos seis años ($75,506 de 2013 a 2018 vs $59,749 de 2019 a 2024), si desglosamos los tipos de Inversión de Extranjera Directa según las estadísticas de la Secretaría de Economía.
Es decir, durante el sexenio de López Obrador la inversión extranjera se sostuvo por la reinversión de utilidades de las empresas, mientras que las “nuevas inversiones” fueron en picada a pesar del fenómeno o boom del nearshoring.
II. ¿Qué Podemos Esperar con la Entrada de Sheinbaum a la Presidencia?
Definitivamente existen dudas sobre el futuro de la política comercial en México con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia. Eventos importantes se avecinan junto con la entrada de la presidenta, entre ellos la revisión del T-MEC. Por otro lado, surgen preguntas como ¿qué pasará con la renovación del TLCUEM? Más adelante explicaremos qué es lo que se puede esperar con el nuevo mandato de Claudia Sheinbaum.
A. ¿Una nueva política de sustitución de las importaciones?
Debido a la alegada falta de reciprocidad en la relación comercial entre China y México, la pérdida de competitividad salarial y de costos de transporte del país asiático, el gobierno mexicano asegura que es una gran oportunidad para disminuir la dependencia que México tiene con la potencia asiática y atraer inversiones de distintos orígenes. Ergo, se habla de una política de sustitución de importaciones.
Previo a la adhesión al “GATT” en 1986, México tenía una política de sustitución de las importaciones. Esta política, en la práctica, obligaba al importador “pedirle” permiso al entonces SECOFI para introducir determinado insumo o mercancía porque no había un proveedor mexicano (por ello, “pedimiento de importación”). Dicha política tuvo que eliminarse por ser incompatible con las reglas del GATT.
Por otro lado, la Secretaría de Economía también anunció que tiene planeado modificar los Programas de Promoción Sectorial (PROSEC) para incentivar la producción nacional de ciertos insumos y disminuir las importaciones asiáticas. Es decir, la “sustitución de importaciones” pareciera enfocarse en la eliminación de las preferencias arancelarias para ciertos insumos listados para ciertos sectores del PROSEC, por lo que podría tener el efecto de incrementar los costos de producción si no se puede diversificar las fuentes de suministro.
Y si esto no fuera suficiente, se reporta que la industria textil está solicitando a la presidenta que utilice la “sustitución de importaciones” como plan de rescate para hacerle frente a las importaciones chinas. Pero, nuevamente el plan de sustitución de importación se traduce, principalmente, en medidas inmediatas de aumentos de aranceles; aunque recientemente se adoptarán medidas para detener las importaciones vía paquetería a través de tiendas del comercio electrónico. Estas industrias no están elegidas al azar, pues representan una parte importante de los productos importados por México:
Compras de México a China 2023
En resumen, se presenta un panorama de contrastes. Por una parte, la Secretaría de Economía dio a conocer en agosto de 2024 el documento “Incentivos Fiscales para la Inversión”, en el que se destaca la intención de favorecer el comercio y la inversión, incluyendo la adición de las fracciones arancelarias 5402.20.02 y 5902.20.01 concernientes a materias primas para la industria textil y de la confección que se pueden beneficiar del
PROSEC, mientras que paralelamente, el Secretario de Hacienda, Jesús Ramírez de la O, indicó que si se lograra producir en Norteamérica el 10% de lo que actualmente se importa de China, el PIB de México aumentaría en 1.4 puntos porcentuales.
Se puede presumir que la “sustitución de importaciones” será la estrategia que la presidenta Sheinbaum adopte para disminuir la importación de productos asiáticos en territorio mexicano. Para que sea una política exitosa, se requerirán no solamente estímulos o incentivos, sino también mejorar condiciones de competitividad como lo es la energía, seguridad, entre otros factores.
B. Nuevas Políticas de Comercio Exterior
De acuerdo con recientes declaraciones de Sheinbaum, el nuevo Secretario de Economía, Marcelo Ebrad, tiene varias tareas, entre las cuales se encuentran: la revisión del T-MEC e impulsar los polos de desarrollo.
i. Revisión del T-MEC
La primera revisión del T-MEC, programada para 2026, resulta clave para México. De acuerdo con recientes declaraciones de Katherine Tai, representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, la revisión tendrá que ser incómoda. Para poner una analogía, será una visita al dentista. Se espera que los tres países aborden temas como el mecanismo de resolución de controversias, el cambio climático y el impacto de China.
Además, recordemos que México tiene pendiente con Estados Unidos, a la luz del T-MEC, asuntos como la prohibición del maíz transgénico, la prohibición del glifosato, la controversia en cuanto a la política energética y las reglas de origen para el sector automotriz. Asimismo, EE. UU. tiene en la mira varias medidas o barreras comerciales, tales como el retraso de licencias sanitarias de la COFEPRIS, el sector siderúrgico, entre otros.
ii. Polos de Desarrollo
De acuerdo con lo prometido en su campaña, Sheinbaum buscará impulsar 12 nuevos polos de desarrollo. Los llamados “Polos de Bienestar” apuntan a ser zonas de desarrollo que aprovechen de mejor manera los recursos, promoviendo la inversión y comercio con incentivos fiscales. Sin embargo, dichos incentivos son mucho menores a los previstos para las Zonas Económicas Especiales, que nunca entraron en operación. Uno de los planes más resonados es el Tren del Istmo, el cual pretende ser un remplazo al Canal de Panamá.
III. Conclusión
El futuro de la política comercial en México bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum está lleno de incógnitas y desafíos. Temas clave como la renovación del TLCUEM y las controversias del T-MEC aún están por resolverse, lo que genera incertidumbre en el entorno económico.
La política de sustitución de importaciones promete ser complicada de implementar, mientras que persiste la pregunta si México renovará los altos aranceles y seguirá una estrategia proteccionista. Por ejemplo, ¿los vehículos eléctricos de China y otros orígenes dejarán estar exentos de aranceles, a pesar de la intención de combatir el cambio climático? Consideamos que estas ventajas dejarán de exisitr. ¿Se renovará las facilidades en materia de la canasta básica para seguir combatiendo la inflación en los alimentos? Probablemente, no se renovarán atiendiendo la política de la “sustitución de importaciones”.
Además, el SAT ha anunciado medidas más estrictas para empresas IMMEX, auditorías y verificaciones de origen, añadiendo complejidad para las cadenas de valor establecidas en México. En definitiva, aunque las oportunidades son grandes, el gobierno enfrenta numerosas tareas pendientes y preguntas críticas que deberán responderse para asegurar un comercio exterior estable, competitivo y justo.
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